Instrumentos cartográficos
Ballestina
La ballestilla fue la última invención náutica de
la época de los grandes descubrimientos geográficos. Es un instrumento
muy sencillo para medir ángulos. Permite determinar la altura de un
astro por encima del horizonte, y con ello calcular la latitud. Se la conoce también como "palo de Jacob", cruz
geométrica o varilla de oro.
El célebre marino Pedro Sarmiento de Gamboa midió
distancias lunares con la ballestilla para estimar la longitud a la que
se encontraba, en una ocasión en la que se perdió en alta mar, en medio
de una gran tormenta (1580).
Quizá exista antes del astrolabio,
pero la noticia más antigua que tenemos de la ballestilla es una
descripción de ese instrumento que hizo un judío catalán llamado Levi
ben Gerson en 1342.
Ballestina
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La ballestilla es una vara de madera sobre la que se desliza una vara cruzada más pequeña.
El marino aplicaba el ojo en un extremo del
instrumento, dirigía éste hacia la estrella cuya posición quería medir y
deslizaba la vara cruzada hasta que la parte inferior de ésta coincidía
con el horizonte y la superior con la estrella.
La altura de la estrella (ángulo que forma con el
horizonte) se leía directamente en una graduación grabada en la vara
principal.
Los marinos —sobre todo los españoles y los
portugueses— usaban la ballestilla para determinar la latitud a la que
se encontraban midiendo la altura de la estrella polar sobre el
horizonte (la altura de Polaris sobre el horizonte es una buena medida
aproximada de la latitud.
Cuadrante
Otro instrumento para medir ángulos en el cielo. Se llama cuadrante porque consiste en una placa metálica en forma de cuarto de círculo.
Cuadrante
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En uno de los lados hay dos mirillas (para
dirigirlo hacia el astro deseado) y el arco está graduado. Del vértice
cuelga una plomada que indica la dirección vertical.
La lectura se obtiene de la posición de la cuerda de la plomada sobre el arco graduado.
Fue otra mejora en la solución del problema de
hallar la situación geográfica del buque. Permitió obtener mayor
precisión al sustituir las regletas de las ballestinas por arcos
graduados.
El cuadrante se aplicó a la astronomía y a la
navegación. Los astrónomos lo usaban para medir la altura de los astros
por encima del horizonte. Los marinos lo usaban sobre todo para
determinar la latitud a la que se encontraban (midiendo la altura sobre
el horizonte de la estrella polar o del sol del mediodía) y para
determinar la hora (midiendo la altura del sol).
Un cuadrante, como cualquier instrumento graduado,
es más preciso mientras más grande es. Para la navegación bastaban
cuadrantes pequeños que un marino podía sostener fácilmente.
En el siglo XVI el astrónomo danés Tycho Brahe,
excéntrico millonario que construyó un castillo en una isla para hacer
observaciones astronómicas, fabricó cuadrantes de hasta dos metros de
radio. Se necesitaban varias personas para moverlos, pero con ellos
Tycho obtuvo las observaciones astronómicas más precisas que se habían
hecho hasta entonces. Las mediciones de Tycho Brahe le ayudaron a Johannes Kepler a descubrir que las órbitas de los planetas tienen forma elíptica.