martes, 30 de abril de 2013

los primeros planos cartoraficos de navegacion

Las cartas portulanas mediterráneas de los siglos XIV y XV
(NOTA: Este artículo está siendo actualizado y ampliado
Última actualización: 17 de Agosto de 2009)
A finales del siglo XIII apareció en Europa una nueva cartografía, de carácter estrictamente útil, circunscrita al ámbito de la navegación. Llegó impulsada por el uso generalizado de la brújula y desarrolló un tipo de cartas náuticas basadas en cálculos serios de la posición del navío y la distancia entre los puertos.

 
 Portolano atribuido a Pietro Vesconte, Italia. 1325

Se llamó a estos mapas cartas portulanas o portulanos. Su atención se centra en las rutas marítimas de navegación, en los detalles del litoral y el relieve costero, en los cursos bajos de los ríos -especialmente en sus tramos navegables-, en las mareas y en los vientos. Las primeras cartas portulanas aparecen en Génova, Venecia y Palma de Mallorca, y estos continuarían siendo los principales centros de producción cartográfica durante los dos siglos siguientes.
 
 Portolano de Angelino Dulcert. Primero conocido de la Escuela Mallorquina. 1335

En su origen la carta portulana tiene carácter empírico y el objetivo de ser útil a la navegación. Es una finalidad con pocas exigencias gráficas, solo requiere del estudio meticuloso de las costas y una cuidada representación de las mareas y los vientos. Estas exigencias se concretan en pocos elementos esenciales: la toponimia, la orientación y trazado de los rumbos.

La toponimia se centraba en los nombres de puertos y ciudades costeras y era abundantísima en toda la costa mediterránea y en el Mar Negro. Los nombres de los lugares están escritos en perpendicular a la línea de la costa, de tal manera que casi parece que la dibujan. Es frecuente que en una misma carta los nombres de los lugares reseñados procedan de distintas lenguas, pues eran muchos los navegantes que aportaban los datos necesarios para su elaboración.
 Ejemplos de la distribución de los topónimos en el mapa.
La orientación de las cartas portulanas se hace respecto al norte magnético, que es la dirección que indica la aguja imantada de la brújula. Esto significa que el NORTE está en la parte superior del mapa. Hoy esto puede parecernos una obviedad, pero con anterioridad a este tipo de mapas, la interpretación religiosa del mundo forzaba a "orientar" respecto al oriente, es decir, con el ESTE –el Paraíso Terrenal- situado en la zona superior de las cartas. Los cartógrafos árabes, por su parte, ubicaban el SUR en la parte de arriba de sus pergaminos; era mapas "sureados".

1413, Macià de Viladestes. Escuela mallorquina

Los rumbos de los vientos se trazaban en atención a los cuatro puntos cardinales y sus puntos intermedios; cada uno de los ocho vientos principales tenía su propio nombre y, dependiendo de la complicación de la carta, se señalaban los 16 medios vientos o los 32 cuartos de viento indicadores de los rumbos. Antes del mapamundi de los Cresques, no se dibujaba la rosa de los vientos, sino muchos puntos en el mapa de los que partían trazos que se imbricaban entre sí dibujando una enmarañada tela de araña que los navegantes podían interpretar.

Trazado de los rumbos en el mapa. Escuela italiana. 1350

Durante el siglo XIV hay dos tipos bien diferenciados de cartas portulanas. El primero de ellos y más habitual -el más sobrio y estrictamente náutico-, lo desarrollan las escuelas cartográficas italianas; el otro, que es mucho más historiado, lo inicia la escuela catalano-mallorquina y viene a culminar en el Atlas Catalán de los Cresques.

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